PALLARESA
PALLARESA
1. Introducción
Esta minoritaria población, del Pirineo leridano, es el ejemplo más típico de raza en “estado reliquia” que existe en Catalunya. La instauración, de forma apremiante, de un Programa de Recuperación, es objetivo principal e ineludible para salvaguardar este patrimonio genético de indudable interés histórico y cultural.
Los aproximadamente 20 individuos que restan, representan los últimos vestigios de las ancestrales vacas de estas comarcas, las cuales se fueron cruzando, a principios del s. XX, con bovino lechero importado de Suiza (Parda Alpina), dando lugar a través de cruces repetidos y selección hacia caracteres de tipo cárnico a la actual población que conocemos con el nombre de “Bruna dels Pirineus”, que se encuentra ampliamente extendida en la zona y representa, en la actualidad, el 80% de las vacas de aptitud cárnica que existen en Catalunya. Morfológica y productivamente es muy similar a la Bruna. La principal característica diferencial con respecto a ésta es la coloración blanca uniforme de su capa. Aunque en sus orígenes fue, lógicamente, de triple aptitud, hoy día se destina a la producción de carne ecológica, criándose en régimen extensivo todo el año debido a su gran rusticidad y adaptación al medio.
Asociación: No existe asociación de la raza Webs de la raza http://www.rac.uab.es/pallaresa.htm http://eureka.ya.com/xavifa
2. Origen e historia
El origen de estos animales es confuso y se pierde en la tradición oral de sus habitantes. Según recopilaciones realizadas por diferentes pueblos pirenaicos, parece ser que las primeras vacas llegaron hacia el año 1750, procedentes del Norte de Europa, a Casa Tort de Alós d’Isil (Pallars Sobirà), diseminándose posteriormente por todos los valles y comarcas colindantes. Por su morfología y origen geográfico se podría incluir dentro del Tronco Turdetano (Tronco Rojo Convexo), conjuntamente con la raza Pirenaica, con la cual ha compartido hábitat durante varios siglos.
La primera mitad del s.XX fue su época de máximo esplendor, ya que, de un 50 a un 70% de los efectivos bovinos de estas comarcas pirenaicas eran de esta raza; utilizada en su triple aptitud: trabajo, leche y carne. Posiblemente debido a la crisis del sector equino de los años 50, y al hecho de no poder competir con otras razas lecheras más especializadas (Parda Alpina y Frisona), los cruces y la selección de los animales se orientaron hacia la búsqueda de unas buenas características cárnicas, siendo el resultado la aparición de la actual población de Bruna dels Pirineus. Los animales pallareses, como tales, fueron disminuyendo progresivamente. A principios de la década de los 80, únicamente un 15% de los efectivos de estas comarcas eran de la raza, llegando a la actualidad hasta su práctica desaparición.
3. Distribución geográfica
Localizada y diseminada en sus orígenes y expansión por las comarcas pirenaicas del Pallars Sobirà, Pallars Jussà y Valle de Arán (Lleida), los pocos animales que en las últimas décadas iban quedando lo hacían de forma aislada y desperdigada, cada vez en menor número, por pueblos y masías de los Pirineos. Su inminente desaparición era, citando a García Márquez, la “crónica de una muerte anunciada”. No obstante, siempre puede surgir algún romántico que cambie lo que parecería inevitable. Y así fue como, un ganadero de la Vall Ferrera (Pallars Sobirà), decidió, tal vez porque eran los animales que de pequeño siempre había visto en casa, recuperar, por todo el Pirineo, estas vacas blancas pallaresas. Actualmente, el señor Ignasi Sinfreu de la “Borda Felip” en el pueblo de Besan, mantiene el único rebaño que existe en Catalunya. Su número es reducido, únicamente 18 vacas adultas y 2 toros. Aunque, posiblemente, puedan quedar algunos pocos individuos más en alguna que otra masía de los Pirineos.
4. Descripción de la raza
Caracteres generales: Son individuos de proporciones armónicas y eumétricas con tendencia longilínea. Muy rústicos y bien adaptados al medio montañoso en que viven, explotándose en régimen extensivo para la producción de carne.
Caracteres regionales; Cabeza: Bien proporcionada y de tamaño medio. Perfil frontal recto o ligeramente subconvexo. Cuernos en la línea de prolongación de la nuca, de sección redonda y de color blanquecino con las puntas negras. Orejas medianas en posición horizontal típica. Hocico negrogrisáceo. Mucosas pigmentadas.
Cuello: Recto y de longitud media, con una cierta papada.
Tronco: Pecho ancho y profundo, y costillas anchas y bien arqueadas. Cruz poco marcada. Dorso recto y largo. Grupa cuadrangular poco salida. Cola en línea con la grupa, llegando al corvejón y con borlón oscuro.
Extremidades: Bien conformadas y robustas. Espaldas oblicuas y bien musculadas. Rodillas y corvejones muy desarrollados. Pezuñas redondas y poco abiertas.
Capa: De color uniformemente blanco. Piel gruesa, elástica y móvil. Pelo fino, liso y espeso.
Peso y proporciones: Animales de tipo eumétrico, con una media de 136 cm de alzada a la cruz y unos 575 a 625 kg de peso vivo las hembras y 625 a 650 kg los toros.
5. Situación actual y perspectivas
La situación actual de la raza es crítica. El reducido número de efectivos, y de ganaderos, no garantiza la supervivencia de la misma. Una posible solución sería que otros ganaderos de la zona integraran en sus rebaños efectivos de raza Pallaresa, ya que productivamente es muy similar a la Bruna. Sin embargo, para que esto pudiera suceder, se haría necesario un incentivo económico para su tenencia (argumentando motivaciones culturales e históricas). Otro problema añadido, y de solución más compleja, es la grave situación que atraviesa el sector ganadero en estas comarcas. La densidad de población es inferior a 10 hab/km2 (la media de Catalunya es de 210 hab/km2), con una media de edad de los actuales ganaderos de 54 años y con un muy escaso relevo generacional. Es decir que, si las condiciones económicas y sociales no cambian, el sector ganadero, al menos en estas zonas de los Pirineos, experimentará un acentuado e irreversible proceso de regresión. No obstante, se ha iniciado un Programa de Recuperación de la raza, promovido y financiado por el DARP (Generalitat de Catalunya), en colaboración con la Facultad de Veterinaria de Barcelona, para la caracterización y conservación “in situ” y “ex situ” de sus ejemplares.
6. Productos de interés generados por la raza
El principal producto generado por la raza es de tipo cultural y medio-ambiental. La posibilidad de poder disfrutar de estos animales y de su historia, que también es la nuestra, y la gran labor que realizan en el mantenimiento del paisaje y del ecosistema, así como, su indudable interés como atracción o estampa turística, los hacen insustituibles en estas comarcas. A un nivel más productivo, la excelente calidad de sus terneros añojos, criados ecológicamente por los pastos pirenaicos. Y como producto genuino, y de un importante valor añadido, la elaboración con leche de vaca Pallaresa , aunque no de forma exclusiva del llamado “Formatge de Tupí” (Queso de Tupí), producto exquisito y muy codiciado en las buenas mesas.
1. Introducción
Esta minoritaria población, del Pirineo leridano, es el ejemplo más típico de raza en “estado reliquia” que existe en Catalunya. La instauración, de forma apremiante, de un Programa de Recuperación, es objetivo principal e ineludible para salvaguardar este patrimonio genético de indudable interés histórico y cultural.
Los aproximadamente 20 individuos que restan, representan los últimos vestigios de las ancestrales vacas de estas comarcas, las cuales se fueron cruzando, a principios del s. XX, con bovino lechero importado de Suiza (Parda Alpina), dando lugar a través de cruces repetidos y selección hacia caracteres de tipo cárnico a la actual población que conocemos con el nombre de “Bruna dels Pirineus”, que se encuentra ampliamente extendida en la zona y representa, en la actualidad, el 80% de las vacas de aptitud cárnica que existen en Catalunya. Morfológica y productivamente es muy similar a la Bruna. La principal característica diferencial con respecto a ésta es la coloración blanca uniforme de su capa. Aunque en sus orígenes fue, lógicamente, de triple aptitud, hoy día se destina a la producción de carne ecológica, criándose en régimen extensivo todo el año debido a su gran rusticidad y adaptación al medio.
Asociación: No existe asociación de la raza Webs de la raza http://www.rac.uab.es/pallaresa.htm http://eureka.ya.com/xavifa
2. Origen e historia
El origen de estos animales es confuso y se pierde en la tradición oral de sus habitantes. Según recopilaciones realizadas por diferentes pueblos pirenaicos, parece ser que las primeras vacas llegaron hacia el año 1750, procedentes del Norte de Europa, a Casa Tort de Alós d’Isil (Pallars Sobirà), diseminándose posteriormente por todos los valles y comarcas colindantes. Por su morfología y origen geográfico se podría incluir dentro del Tronco Turdetano (Tronco Rojo Convexo), conjuntamente con la raza Pirenaica, con la cual ha compartido hábitat durante varios siglos.
La primera mitad del s.XX fue su época de máximo esplendor, ya que, de un 50 a un 70% de los efectivos bovinos de estas comarcas pirenaicas eran de esta raza; utilizada en su triple aptitud: trabajo, leche y carne. Posiblemente debido a la crisis del sector equino de los años 50, y al hecho de no poder competir con otras razas lecheras más especializadas (Parda Alpina y Frisona), los cruces y la selección de los animales se orientaron hacia la búsqueda de unas buenas características cárnicas, siendo el resultado la aparición de la actual población de Bruna dels Pirineus. Los animales pallareses, como tales, fueron disminuyendo progresivamente. A principios de la década de los 80, únicamente un 15% de los efectivos de estas comarcas eran de la raza, llegando a la actualidad hasta su práctica desaparición.
3. Distribución geográfica
Localizada y diseminada en sus orígenes y expansión por las comarcas pirenaicas del Pallars Sobirà, Pallars Jussà y Valle de Arán (Lleida), los pocos animales que en las últimas décadas iban quedando lo hacían de forma aislada y desperdigada, cada vez en menor número, por pueblos y masías de los Pirineos. Su inminente desaparición era, citando a García Márquez, la “crónica de una muerte anunciada”. No obstante, siempre puede surgir algún romántico que cambie lo que parecería inevitable. Y así fue como, un ganadero de la Vall Ferrera (Pallars Sobirà), decidió, tal vez porque eran los animales que de pequeño siempre había visto en casa, recuperar, por todo el Pirineo, estas vacas blancas pallaresas. Actualmente, el señor Ignasi Sinfreu de la “Borda Felip” en el pueblo de Besan, mantiene el único rebaño que existe en Catalunya. Su número es reducido, únicamente 18 vacas adultas y 2 toros. Aunque, posiblemente, puedan quedar algunos pocos individuos más en alguna que otra masía de los Pirineos.
4. Descripción de la raza
Caracteres generales: Son individuos de proporciones armónicas y eumétricas con tendencia longilínea. Muy rústicos y bien adaptados al medio montañoso en que viven, explotándose en régimen extensivo para la producción de carne.
Caracteres regionales; Cabeza: Bien proporcionada y de tamaño medio. Perfil frontal recto o ligeramente subconvexo. Cuernos en la línea de prolongación de la nuca, de sección redonda y de color blanquecino con las puntas negras. Orejas medianas en posición horizontal típica. Hocico negrogrisáceo. Mucosas pigmentadas.
Cuello: Recto y de longitud media, con una cierta papada.
Tronco: Pecho ancho y profundo, y costillas anchas y bien arqueadas. Cruz poco marcada. Dorso recto y largo. Grupa cuadrangular poco salida. Cola en línea con la grupa, llegando al corvejón y con borlón oscuro.
Extremidades: Bien conformadas y robustas. Espaldas oblicuas y bien musculadas. Rodillas y corvejones muy desarrollados. Pezuñas redondas y poco abiertas.
Capa: De color uniformemente blanco. Piel gruesa, elástica y móvil. Pelo fino, liso y espeso.
Peso y proporciones: Animales de tipo eumétrico, con una media de 136 cm de alzada a la cruz y unos 575 a 625 kg de peso vivo las hembras y 625 a 650 kg los toros.
5. Situación actual y perspectivas
La situación actual de la raza es crítica. El reducido número de efectivos, y de ganaderos, no garantiza la supervivencia de la misma. Una posible solución sería que otros ganaderos de la zona integraran en sus rebaños efectivos de raza Pallaresa, ya que productivamente es muy similar a la Bruna. Sin embargo, para que esto pudiera suceder, se haría necesario un incentivo económico para su tenencia (argumentando motivaciones culturales e históricas). Otro problema añadido, y de solución más compleja, es la grave situación que atraviesa el sector ganadero en estas comarcas. La densidad de población es inferior a 10 hab/km2 (la media de Catalunya es de 210 hab/km2), con una media de edad de los actuales ganaderos de 54 años y con un muy escaso relevo generacional. Es decir que, si las condiciones económicas y sociales no cambian, el sector ganadero, al menos en estas zonas de los Pirineos, experimentará un acentuado e irreversible proceso de regresión. No obstante, se ha iniciado un Programa de Recuperación de la raza, promovido y financiado por el DARP (Generalitat de Catalunya), en colaboración con la Facultad de Veterinaria de Barcelona, para la caracterización y conservación “in situ” y “ex situ” de sus ejemplares.
6. Productos de interés generados por la raza
El principal producto generado por la raza es de tipo cultural y medio-ambiental. La posibilidad de poder disfrutar de estos animales y de su historia, que también es la nuestra, y la gran labor que realizan en el mantenimiento del paisaje y del ecosistema, así como, su indudable interés como atracción o estampa turística, los hacen insustituibles en estas comarcas. A un nivel más productivo, la excelente calidad de sus terneros añojos, criados ecológicamente por los pastos pirenaicos. Y como producto genuino, y de un importante valor añadido, la elaboración con leche de vaca Pallaresa , aunque no de forma exclusiva del llamado “Formatge de Tupí” (Queso de Tupí), producto exquisito y muy codiciado en las buenas mesas.