BOVINOS EN HOLANDA
HOLANDA
/ PAISES BAJOS
Se extienden entre los 510 y 540 de latitud norte y los 3° y 7° de longitud este. Es un territorio de planicie con elevaciones sólo en el este y en el extremo sur. La altitud máxima corresponde a Vaals con 328 m sobre el nivel del mar. La superficie total es de 35.000 km2 incluidos 2.000 km2 de aguas, ocupando la agricultura alrededor de 25.000 km2. A no ser por la protección de los diques, dunas y muros de contención, del 40 al 50 por ciento de la superficie actual del país estaría cubierta por las aguas.
El clima es marítimo con una precipitación bastante regularmente distribuida y con inviernos suaves. Alrededor del 63 por ciento de los agricultores ocupan zonas no superiores a las 10 hectáreas y se está tratando por todos los medios de estimular la producción de forrajes y piensos nacionales para reducir al mínimo la importación de alimentos concentrados.
La principal raza bovina en esta zona es la Frisona (Holstein) que por haberse mejorado tanto se ha convertido en la más notable raza lechera no sólo de los Paises Bajos sino de gran parte del mundo.
Por esta razón, conviene examinar en detalle su evolución. Con frecuencia se dice que esta raza data de hace más de 2.000 años. aunque también se sostienen otras opiniones. Plinio refiriéndose a la Frisia, describe las lomas artificiales (terpen), que los antiguos habitantes construían para retirarse a ellas con sus rebaños cuando el mar inundaba grandes extensiones.
Sin duda estos primitivos bovinos sufrían de enanismo por la dureza de las condiciones y por la falta de alimentos.
A juzgar por las reliquias encontradas en estas colinas, parece ser que el Uro (Bos primigenius), muy difundido en Europa hace 2.000 años, vivió en esta comarca hasta hace unos 1.000 años. Esto no puede demostrarse en forma taxativa ya que también se han desenterrado calaveras de Bos longifrons y de bovinos mochos. Se supone que la era de las colinas artificiales cesó en el año 800 después de Cristo y no hay nada que indique que existieran antes de tal fecha bovinos del tipo Frisón actual. Tampoco se sabe mucho acerca de la cría de bovinos en los Países Bajos en los 400 años subsiguientes.
Lo que debe haber ocurrido se deduce de la necesidad de establecer varios mercados de bovinos entre el 1.200 y el 1.500. En 1624 se trajeron desde Dinamarca casi 12.000 bovinos al mercado de Enkhuizen. La Boeterhuus de Brujas se construyó en 1288 para atender al comercio de queso y mantequilla con Flandes. Ciertamente, hacia 1600 el comercio tanto lechero como ganadero estaba bien establecido y todos los arios se importaba gran número de bovinos (unos 100.000) desde Dinamarca, Suecia y Schleswig-Holstein para el engorde antes de su reexportación.
La curva ascendente de prosperidad quedaba sin embargo interrumpida a intervalos por pérdidas de seres humanos y de bovinos, causadas por inundaciones, como ocurrió en 1170 por los anegamientos del Zuider Zee o por las epidemias ocurridas desde el año 810. Algunas de estas calamidades fueron de extrema gravedad; por ejemplo, en 1714 perecieron unas 300.000 cabezas de ganado, en 1744 los Países Bajos perdieron dos tercios de su cabaña pecuaria y las haciendas del norte cinco séptimas partes de sus animales, mientras que en 1768-1782 la peste destruyó 396.000 animales sólo en dos provincias. Puede darse por descontado que a finales del siglo XVIII casi todos o todos los animales de cualquier raza antigua deben haber perecido. Ahrends escribía en 1819 que, como resultado de la peste, « apenas quedaron bovinos, siendo necesario importarlos desde Jutlandia aunque estaban raquíticos por la antigüedad de su raza y apenas se tenían en pie ». Bukker ha podido demostrar que la capa de estas antiguas estirpes era roja y Berkhey en 1789, se refería al color original corno « castaño rojizo ». Los cuadros del Rijksmuseum, pintados entre 1500 y 1750 muestran bovinos de color rojo o cervuno y no los modernos de color blanco y negro. Berkhey, escribiendo en los arios subsiguientes a la peste, menciona la importación de gran número de bovino blanco y negro o casi negro berrendo « siendo así que los bueyes de Brabante son rojos », y concluía que las razas de los Paises Bajos tal como ahora las conocemos quedaron establecidas en la segunda mitad del siglo XVIII. De hecho, teniendo en cuenta las guerras, inundaciones y epidemias padecidas, sería muy improbable que las antiguas razas sobrevivieran sin mezclarse con el gran número de bovinos importados de los países limítrofes.
Se extienden entre los 510 y 540 de latitud norte y los 3° y 7° de longitud este. Es un territorio de planicie con elevaciones sólo en el este y en el extremo sur. La altitud máxima corresponde a Vaals con 328 m sobre el nivel del mar. La superficie total es de 35.000 km2 incluidos 2.000 km2 de aguas, ocupando la agricultura alrededor de 25.000 km2. A no ser por la protección de los diques, dunas y muros de contención, del 40 al 50 por ciento de la superficie actual del país estaría cubierta por las aguas.
El clima es marítimo con una precipitación bastante regularmente distribuida y con inviernos suaves. Alrededor del 63 por ciento de los agricultores ocupan zonas no superiores a las 10 hectáreas y se está tratando por todos los medios de estimular la producción de forrajes y piensos nacionales para reducir al mínimo la importación de alimentos concentrados.
La principal raza bovina en esta zona es la Frisona (Holstein) que por haberse mejorado tanto se ha convertido en la más notable raza lechera no sólo de los Paises Bajos sino de gran parte del mundo.
Por esta razón, conviene examinar en detalle su evolución. Con frecuencia se dice que esta raza data de hace más de 2.000 años. aunque también se sostienen otras opiniones. Plinio refiriéndose a la Frisia, describe las lomas artificiales (terpen), que los antiguos habitantes construían para retirarse a ellas con sus rebaños cuando el mar inundaba grandes extensiones.
Sin duda estos primitivos bovinos sufrían de enanismo por la dureza de las condiciones y por la falta de alimentos.
A juzgar por las reliquias encontradas en estas colinas, parece ser que el Uro (Bos primigenius), muy difundido en Europa hace 2.000 años, vivió en esta comarca hasta hace unos 1.000 años. Esto no puede demostrarse en forma taxativa ya que también se han desenterrado calaveras de Bos longifrons y de bovinos mochos. Se supone que la era de las colinas artificiales cesó en el año 800 después de Cristo y no hay nada que indique que existieran antes de tal fecha bovinos del tipo Frisón actual. Tampoco se sabe mucho acerca de la cría de bovinos en los Países Bajos en los 400 años subsiguientes.
Lo que debe haber ocurrido se deduce de la necesidad de establecer varios mercados de bovinos entre el 1.200 y el 1.500. En 1624 se trajeron desde Dinamarca casi 12.000 bovinos al mercado de Enkhuizen. La Boeterhuus de Brujas se construyó en 1288 para atender al comercio de queso y mantequilla con Flandes. Ciertamente, hacia 1600 el comercio tanto lechero como ganadero estaba bien establecido y todos los arios se importaba gran número de bovinos (unos 100.000) desde Dinamarca, Suecia y Schleswig-Holstein para el engorde antes de su reexportación.
La curva ascendente de prosperidad quedaba sin embargo interrumpida a intervalos por pérdidas de seres humanos y de bovinos, causadas por inundaciones, como ocurrió en 1170 por los anegamientos del Zuider Zee o por las epidemias ocurridas desde el año 810. Algunas de estas calamidades fueron de extrema gravedad; por ejemplo, en 1714 perecieron unas 300.000 cabezas de ganado, en 1744 los Países Bajos perdieron dos tercios de su cabaña pecuaria y las haciendas del norte cinco séptimas partes de sus animales, mientras que en 1768-1782 la peste destruyó 396.000 animales sólo en dos provincias. Puede darse por descontado que a finales del siglo XVIII casi todos o todos los animales de cualquier raza antigua deben haber perecido. Ahrends escribía en 1819 que, como resultado de la peste, « apenas quedaron bovinos, siendo necesario importarlos desde Jutlandia aunque estaban raquíticos por la antigüedad de su raza y apenas se tenían en pie ». Bukker ha podido demostrar que la capa de estas antiguas estirpes era roja y Berkhey en 1789, se refería al color original corno « castaño rojizo ». Los cuadros del Rijksmuseum, pintados entre 1500 y 1750 muestran bovinos de color rojo o cervuno y no los modernos de color blanco y negro. Berkhey, escribiendo en los arios subsiguientes a la peste, menciona la importación de gran número de bovino blanco y negro o casi negro berrendo « siendo así que los bueyes de Brabante son rojos », y concluía que las razas de los Paises Bajos tal como ahora las conocemos quedaron establecidas en la segunda mitad del siglo XVIII. De hecho, teniendo en cuenta las guerras, inundaciones y epidemias padecidas, sería muy improbable que las antiguas razas sobrevivieran sin mezclarse con el gran número de bovinos importados de los países limítrofes.