ASTURISNA DE LA MONTAÑA
ASTURIANA DE LA
MONTAÑA
1. Introducción
La Asturiana de la Montaña o Casina es una raza bovina autóctona asturiana que se maneja en régimen extensivo, principalmente en la zona oriental del Principado de Asturias. Originaria del Concejo de Caso, se aprovecha por su rusticidad y capacidad de adaptación, así como por su gran docilidad y capacidad de cría.
La raza Asturiana de la Montaña se encuentra integrada desde tiempos inmemoriales en el paisaje y ecosistema asturianos, cumpliendo una importante función de conservación del medio y contribuyendo en gran medida a la fijación de población en estas áreas de montaña.
2. Origen e historia
La raza Casina pertenece al tronco castaño cantábrico y su origen parece encontrarse en el ganado doméstico introducido hace siglos por las invasiones celtas. Se trataba originariamente de una raza de triple aptitud pero con una clara orientación hacia la producción de manteca y quesos de la zona.
Por otra parte, producía anualmente un ternero para recría o para carne las pequeñas parejas de vacas o de bueyes eran muy utilizadas por su capacidad y resistencia para el trabajo de campo en el montañoso territorio asturiano.
Al buscar mayor producción de leche y adaptación a pastos de montaña, los ganaderos de los Concejos de Caso, Aller y Ponga realizaron durante siglos una selección de animales que dio lugar a la fijación de caracteres de lo que hoy conocemos como raza casina.
Estos ganaderos aprovechaban los pastos de montaña de primavera a otoño, para dirigirse posteriormente en invierno con su ganado a las zonas costeras del oriente de Asturias, lo que motivo que la raza casina fuera difundiéndose en un amplio territorio. A finales del siglo XIX se crea la Sociedad de Ganaderos de Caso con la finalidad de seleccionar la raza, y en el año 1910 se conocen los reglamentos de los concursos ganaderos.
En el año 1929 entran en funcionamiento los primeros libros genealógicos de la raza y el control de rendimiento lechero, que continuaron su actividad hasta el inicio de la guerra civil. Finalizada ésta, no se retoma la labor de selección y se opta por el cruzamiento con razas europeas, principalmente la Parda Alpina. Esta circunstancia dio lugar al desplazamiento de la raza casina hacia zonas más difíciles y a su orientación hacia la producción de carne.
En la época comprendida entre los años 40 y 80, la raza Asturiana de la Montaña continuó sometida a la presión de otras razas, lo que supuso un mestizaje progresivo. En el año 1979 se incluye en el catálogo oficial de razas españolas como raza de fomento y comienza así la labor de recuperación de la raza y la organización de los criadores.
A mediados de los años 80 comienza la actividad de la Asociación de Criadores (ASEAMO), siéndole concedido en 1987 el título de Entidad Colaboradora del Ministerio de Agricultura. A partir del 1992, ASEAMO y el Gobierno del Principado de Asturias ponen en marcha el Plan de Conservación que permitió el incremento de los censos en pureza y que llevó a la raza a la actual situación de más de 6.000 reproductoras.
3. Distribución geográfica
Perfectamente integrada en duros ecosistemas desde tiempos ancestrales, cumple la doble misión de conservar el medio y ser fuente de ingresos indispensables para los pobladores de zonas de montaña.
En la actualidad la raza se cría fundamentalmente en las zonas montañosas del oriente asturiano: Picos de Europa, Sierra del Sueve, Sierra del Cuera, Sierra de Cuana y montes de Piloña y Ponga. Se adapta perfectamente a zonas difíciles de otras regiones españolas, encontrándose rebaños estables en Castilla-León y Extremadura. Actualmente, a fecha 31 de diciembre de 2008 el Libro Genealógico consta de 17.302 animales (4.612 hembras paren en pureza, distribuidos en 570 ganaderías de las que 463 estaban localizadas en Asturias y el resto en ganaderías del País Vasco, Cantabria, Castilla y León, Madrid y La Rioja.
4. Descripción de la raza
Tienen una apariencia muy compacta, lo que da lugar a expresiones como “la vaca casina es grande echada y pequeña de pie” o “a la vaca casina tiene que pasarle poco aire por debajo de la barriga”. Alcanzan pesos de 450 kilogramos en las hembras y de 700 kilogramos en los machos.
La capa es castaña, con variación de tonalidad, desde las denominadas guindas o cerezas a las denominadas mariellas. En los machos las intensificaciones de color son más acentuadas.
Las mucosas de la nariz, bucolinguales y ano vulvares son negras o pizarrosas, así como el borlón de la cola, rodetes coronarios y pezuñas.
La cabeza es pequeña, de perfil subcóncavo o recto. Presenta frente ancha con gran separación entre las órbitas oculares. Morro ancho y grueso. Las orejas son pequeñas, ovoides, con abundante pelo. Los bordes de las orejas son negros.
La encornadura es abundante. Los cuernos tienen la pala blanca y el pitón negro. Nacen en la línea de prolongaciones de la nuca, horizontales en la base y dirigidas hacia delante y arriba, torneando finalmente hacia atrás y hacia afuera.
Dorso Lomo ligeramente ensillado. El nacimiento de la cola es frecuentemente en cayado. Abundante borlón.
Las extremidades son cortas y muy potentes, carnosas en su parte superior, con pezuñas pequeñas, redondas y duras.
La ubre es de buen desarrollo y gran calidad, con pezones bien implantados.
5. Situación actual y perspectivas
La raza Asturiana de la Montaña está considerada como de protección especial. Actualmente los criadores de la raza Asturiana de la Montaña se encuentran con una serie de problemas, comunes a otras razas y lugares, como son que el precio de venta del producto no remunera el trabajo, que la raza manifiesta una deficiente conformación carnicera, que el área de explotación está muy focalizada en determinadas zonas, que existe poco relevo generacional, etc. Por estos motivos, los objetivos a corto plazo son conservar la raza a través del mantenimiento de la variabilidad genética y la creación de un banco doble de germoplasma y, paralelamente a la conservación, intentar mejorar la conformación de la raza, pero sin afectar a la rusticidad y capacidad de cría de la raza.
6. Productos de interés, generados por la raza
El producto ofertado por las ganaderías de la raza, es el ternero destetado. Los terneros pesan al nacimiento una media de 25,50 kg. y al destete una media de 131 kg.
El 99% de los partos tienen lugar sin asistencia. La edad media al primer parto es de 39 meses.
Es una raza muy longeva, de lo que da fe el hecho de que más del 20% de las vacas vivas tiene más de 10 años. El intervalo entre partos es de 425 días.
1. Introducción
La Asturiana de la Montaña o Casina es una raza bovina autóctona asturiana que se maneja en régimen extensivo, principalmente en la zona oriental del Principado de Asturias. Originaria del Concejo de Caso, se aprovecha por su rusticidad y capacidad de adaptación, así como por su gran docilidad y capacidad de cría.
La raza Asturiana de la Montaña se encuentra integrada desde tiempos inmemoriales en el paisaje y ecosistema asturianos, cumpliendo una importante función de conservación del medio y contribuyendo en gran medida a la fijación de población en estas áreas de montaña.
2. Origen e historia
La raza Casina pertenece al tronco castaño cantábrico y su origen parece encontrarse en el ganado doméstico introducido hace siglos por las invasiones celtas. Se trataba originariamente de una raza de triple aptitud pero con una clara orientación hacia la producción de manteca y quesos de la zona.
Por otra parte, producía anualmente un ternero para recría o para carne las pequeñas parejas de vacas o de bueyes eran muy utilizadas por su capacidad y resistencia para el trabajo de campo en el montañoso territorio asturiano.
Al buscar mayor producción de leche y adaptación a pastos de montaña, los ganaderos de los Concejos de Caso, Aller y Ponga realizaron durante siglos una selección de animales que dio lugar a la fijación de caracteres de lo que hoy conocemos como raza casina.
Estos ganaderos aprovechaban los pastos de montaña de primavera a otoño, para dirigirse posteriormente en invierno con su ganado a las zonas costeras del oriente de Asturias, lo que motivo que la raza casina fuera difundiéndose en un amplio territorio. A finales del siglo XIX se crea la Sociedad de Ganaderos de Caso con la finalidad de seleccionar la raza, y en el año 1910 se conocen los reglamentos de los concursos ganaderos.
En el año 1929 entran en funcionamiento los primeros libros genealógicos de la raza y el control de rendimiento lechero, que continuaron su actividad hasta el inicio de la guerra civil. Finalizada ésta, no se retoma la labor de selección y se opta por el cruzamiento con razas europeas, principalmente la Parda Alpina. Esta circunstancia dio lugar al desplazamiento de la raza casina hacia zonas más difíciles y a su orientación hacia la producción de carne.
En la época comprendida entre los años 40 y 80, la raza Asturiana de la Montaña continuó sometida a la presión de otras razas, lo que supuso un mestizaje progresivo. En el año 1979 se incluye en el catálogo oficial de razas españolas como raza de fomento y comienza así la labor de recuperación de la raza y la organización de los criadores.
A mediados de los años 80 comienza la actividad de la Asociación de Criadores (ASEAMO), siéndole concedido en 1987 el título de Entidad Colaboradora del Ministerio de Agricultura. A partir del 1992, ASEAMO y el Gobierno del Principado de Asturias ponen en marcha el Plan de Conservación que permitió el incremento de los censos en pureza y que llevó a la raza a la actual situación de más de 6.000 reproductoras.
3. Distribución geográfica
Perfectamente integrada en duros ecosistemas desde tiempos ancestrales, cumple la doble misión de conservar el medio y ser fuente de ingresos indispensables para los pobladores de zonas de montaña.
En la actualidad la raza se cría fundamentalmente en las zonas montañosas del oriente asturiano: Picos de Europa, Sierra del Sueve, Sierra del Cuera, Sierra de Cuana y montes de Piloña y Ponga. Se adapta perfectamente a zonas difíciles de otras regiones españolas, encontrándose rebaños estables en Castilla-León y Extremadura. Actualmente, a fecha 31 de diciembre de 2008 el Libro Genealógico consta de 17.302 animales (4.612 hembras paren en pureza, distribuidos en 570 ganaderías de las que 463 estaban localizadas en Asturias y el resto en ganaderías del País Vasco, Cantabria, Castilla y León, Madrid y La Rioja.
4. Descripción de la raza
Tienen una apariencia muy compacta, lo que da lugar a expresiones como “la vaca casina es grande echada y pequeña de pie” o “a la vaca casina tiene que pasarle poco aire por debajo de la barriga”. Alcanzan pesos de 450 kilogramos en las hembras y de 700 kilogramos en los machos.
La capa es castaña, con variación de tonalidad, desde las denominadas guindas o cerezas a las denominadas mariellas. En los machos las intensificaciones de color son más acentuadas.
Las mucosas de la nariz, bucolinguales y ano vulvares son negras o pizarrosas, así como el borlón de la cola, rodetes coronarios y pezuñas.
La cabeza es pequeña, de perfil subcóncavo o recto. Presenta frente ancha con gran separación entre las órbitas oculares. Morro ancho y grueso. Las orejas son pequeñas, ovoides, con abundante pelo. Los bordes de las orejas son negros.
La encornadura es abundante. Los cuernos tienen la pala blanca y el pitón negro. Nacen en la línea de prolongaciones de la nuca, horizontales en la base y dirigidas hacia delante y arriba, torneando finalmente hacia atrás y hacia afuera.
Dorso Lomo ligeramente ensillado. El nacimiento de la cola es frecuentemente en cayado. Abundante borlón.
Las extremidades son cortas y muy potentes, carnosas en su parte superior, con pezuñas pequeñas, redondas y duras.
La ubre es de buen desarrollo y gran calidad, con pezones bien implantados.
5. Situación actual y perspectivas
La raza Asturiana de la Montaña está considerada como de protección especial. Actualmente los criadores de la raza Asturiana de la Montaña se encuentran con una serie de problemas, comunes a otras razas y lugares, como son que el precio de venta del producto no remunera el trabajo, que la raza manifiesta una deficiente conformación carnicera, que el área de explotación está muy focalizada en determinadas zonas, que existe poco relevo generacional, etc. Por estos motivos, los objetivos a corto plazo son conservar la raza a través del mantenimiento de la variabilidad genética y la creación de un banco doble de germoplasma y, paralelamente a la conservación, intentar mejorar la conformación de la raza, pero sin afectar a la rusticidad y capacidad de cría de la raza.
6. Productos de interés, generados por la raza
El producto ofertado por las ganaderías de la raza, es el ternero destetado. Los terneros pesan al nacimiento una media de 25,50 kg. y al destete una media de 131 kg.
El 99% de los partos tienen lugar sin asistencia. La edad media al primer parto es de 39 meses.
Es una raza muy longeva, de lo que da fe el hecho de que más del 20% de las vacas vivas tiene más de 10 años. El intervalo entre partos es de 425 días.