BOVINOS EN REINO UNIDO & IRLANDA
REINO
UNIDO E IRLANDA
DATOS GEOGRAFICOS
Este grupo de islas tiene una superficie territorial de 313.658 km2 y está situado entre los 500 y 600 de latitud norte. De esta superficie total el 22 por ciento corresponde a la República de Irlanda, el 4,5 por ciento a Irlanda del Norte y el 25,1 por ciento a Escocia, mientras que Inglaterra y Gales (más las Islas del Canal y la Isla de Man) representan el 18,4 por ciento.
Las regiones meridionales y orientales de Inglaterra consisten principalmente en tierras bajas con suelos de buena fertilidad, con la excepción de las tierras altas de Devon y Cornwall que en las zonas de Exmoor y Dartmoor alcanzan altitudes de 520 y 625 m, respectivamente. En el oeste, las colinas calizas de Mendip y Cotswold se extienden en dirección nordeste y, los Pennines forman la
espina dorsal del norte de Inglaterra con montañas de altitud moderada (punto más alto, Cross Fell, a 892 m sobre el nivel del mar) que prosiguen desde Derbyshire hasta la frontera escocesa. Al este de la cadena montañosa de los Pennines y de sus mesetas se extiende, sobre 300 km de sur a norte, la mayor llanura de tierras bajas de Inglaterra.
Gales es principalmente una zona montañosa, con un punto más alto en Snowdon, en el noroeste (a 1.085 m sobre el nivel del mar).
Alrededor de los dos tercios de Escocia son también montañosos. Sólo en la costa este y sudeste se encuentran llanuras de cierta extensión. En las tierras altas del sector meridional el punto máximo es Merrick, con 842 m. En los valles centrales y en la costa, las tierras bajas son fértiles; con suelos capaces de mantenerse en buenas condiciones agrícolas. Las tierras altas, interrumpidas por lagos y valles fluviales, se extienden por el sector norte de Escocia y su punto
más alto es Ben Nevis, en las montañas Grampian, con una altitud de 1.343 metros.
Las tierras bajas ocupan el centro de Irlanda del Norte, circundan el lago Neagh y se hallan presentes a lo largo de la costa sudoriental.
Casi toda esta región es montañosa, con altitudes de hasta 800 m sobre el nivel del mar.
Alrededor del 26,9 por ciento de la superficie total del Reino Unido se dedica a la labranza, mientras que el 50,7 por ciento está ocupado por prados o pastizales. Las condiciones naturales para la agricultura varían apreciablemente de sur a norte y de este a oeste, debido tanto a diferencias en la naturaleza y fertilidad de los suelos como a variaciones de altitud y latitud. La mayor parte de las tierras labrantías es de buena fertilidad, pero hay extensas zonas de tierras de pastos, especialmente las situadas a mayor altitud o en comarcas turbosas. Que son de baja productividad.
Gran Bretaña e lrlanda del Norte gozan de un clima marítimo suave, debido a la corriente cálida del Golfo que eleva la temperatura invernal. En consecuencia, influye poco la latitud en las diferencias de temperatura invernal; por ejemplo. Cambridge tiene una temperatura media en enero de 3,2°C, y Aberdeen, mucho más al norte, una media de 3,3°C en ese mismo mes. En julio las medias son de 16,2°C y de 13.5°C, respectivamente. La precipitación, que es elevada en las regiones occidentales (2.000 mm o más), disminuye a medida que se avanza hacia el este donde puede llegar a sólo 550-750 mm, según la localidad. La pluviosidad invernal es mayor que la estival, excepto en algunos lugares del este.
REINO UNIDO
Es interesante observar que en el Reino Unido se han desarrollado más razas distintas de ganado que en ninguna otra zona comparable del mundo de iguales posibilidades agrícolas. Muchas de las razas de bovinos, de las que hoy existen 23, han tenido una gran importancia para la producción pecuaria de otras partes del mundo, e incluso hoy día se exportan grandes cantidades de ganado registrado para mantener o mejorar la productividad del ganado de otros países. Este mejoramiento cualitativo del ganado para conquistar el mercado de exportación viene ocurriendo desde la época de Robert Bakewell (1725-1795). A la edad de 35 años, Bakewell recibió de su padre la granja Dishley, en Leicestershire, y decidió fomentar la raza bovina Longhorn, la caballar Shire y la lanar Leicester. Hoy día estas razas han perdido su antigua importancia, pero los métodos utilizados por Bakewell han influido enormemente en la crianza de ganado de todo el mundo. Hasta donde sabemos, fue el primero en aplicar en la práctica las pruebas de progenie de padres como medio de estimar su valor reproductor. Fue también un precursor en el empleo del cruzamiento en consanguinidad sistemático combinado con una rigurosa selección y eliminación de animales desechados para fijar los caracteres deseados en las nuevas estirpes de las razas que obtenía.
Una vez conocidos sus éxitos, otros criadores estudiaron sus métodos, aplicándolos para mejorar otras razas que posteriormente resultaron de importancia económica mayor que la de los animales con que el propio Bakewell trabajó. Aunque necesario y muy efectivo en las primeras fases de este mejoramiento, el método Bakewell de consanguinidad repetida representa un gran peligro si se aplica indefinidamente ya que se corre el riesgo de que la estirpe degenere.
El hecho de que en el Reino Unido existan muchas razas diferentes y reconocidas de bovinos no puede explicarse únicamente basándose en las diferencias de suelos y de prácticas agropecuarias
entre las distintas regiones. La diversidad de origen del ganado de partida puede ser otra causa concomitante, pero la razón principal estriba probablemente en el interés despertado por los trabajos de Bakewelly sus seguidores inmediatos, así como en las oportunidades que con ello se abrían para la cría provechosa de animales de granja. En los siglos XVIII y XIX muchos terratenientes opulentos se interesaron y dedicaron al mejoramiento ganadero, adquiriendo
un considerable conocimiento en estas actividades. La demanda europea y de otros países de bovinos británicos mejorados se refería primordialmente al ganado Shorthorn (tanto de carne
como de doble aptitud), como consecuencia directa de la atención que desde un principio prestaron a esta raza los mejoradores, y más tarde al ganado Shorthorn lechero. Surgió después la demanda de ganado Hereford, Aberdeen y Ayrshire, asociada con exigencias concretas respecto de las otras, esto es, las Jersey, Guernsey, Red Poll, etc.
Es también interesante observar que en el siglo XIX las razas puramente inglesas eran en su mayor parte de carne o de doble aptitud, debido quizá a que los ingleses no se preocuparon tanto de registrar los caracteres más importantes sino que preferían juzgar por el aspecto externo, ya fuera en la granja o en las exposiciones.
Este procedimiento dio resultado en lo que se refiere a tamaño y conformación corporal, pero era de poca utilidad para estimar el rendimiento lechero o la composición de la leche. Para estos factores lecheros, la comprobación del rendimiento de cada vaca es esencial.
A lo largo del siglo actual este estado de cosas ha cambiado) especialmente después de la adopción de métodos prácticos de inseminación artificial. El hecho más reciente ha sido el reconocimiento de la necesidad de leche para la población humana y del valor de la raza Frisona como excelente productora de leche y, en consecuencia, el ritmo notable a que esta raza se está extendiendo, desplazando a otros muchos animales de la cabaña nacional. La mayor productividad alcanzada ha tenido también la consecuencia de que el número de animales preciso para satisfacer las necesidades del consumidor es hoy día menor que en épocas pasadas. La tradición y las preferencias particulares han ejercido durante largo tiempo una enorme influencia en las razas bovinas explotadas, pero con el creciente reconocimiento de los factores económicos que entran en juego así como del valor que tiene el empleo de la inseminación artificial, los toros de descendencia probada, y la facilidad de conseguir su semen, ha hecho que muchos ganaderos abandonen sus razas locales en favor de otras más económicas o de aquellas de las cuales es más fácil obtener semen. En consecuencia, muchas de las razas bovinas británicas están disminuyendo tanto de número corno de importancia.
Las razas británicas pueden clasificarse naturalmente como se indica su capacidad de producción, como razas de carne, de doble aptitud y lecheras, pero en las secciones descriptivas que siguen las razas se estudian en orden alfabético.
Es esencial subrayar la importancia de las actividades de inseminación artificial desde que se inauguró este servicio en 1944/45. En ese año se efectuaron 2.599 inseminaciones, cifra que ascendió rápidamente hasta 1..111.024 en 1954/55; desde entonces, si bien los efectivos han seguido en aumento, los porcentajes y valores absolutos de incremento han disminuido notablemente. En 1960/61 se hicieron 1.618.179 inseminaciones, esto es, 42.821 o un 3 por ciento más que en el año anterior.
La demanda de semen de toros de razas lecheras ascendió al 62,5 por ciento del total en 1970/71, a la vez que los toros de doble aptitud proporcionaron el 7,5 por ciento y los de razas de carne el 30,0 por ciento. Es interesante citar los porcentajes respectivos en 1972/73, que fueron del 62, 23 y 15 por ciento.
Como se ve, se atiende mayormente a los rebaños lecheros utilizando toros de aptitud cárnica para inseminar las vacas lecheras de las que sean innecesarias sustituciones en el rebaño. Como resultado de esto, va en disminución la demanda de semen de razas de doble aptitud. Es también interesante observar que en 1970/71, del total de inseminaciones hechas, el 10,5 por ciento correspondía a rebaños registrados y el 89,5 por ciento a los no registrados. Se trata, por consiguiente, de un servicio utilizado por los ganaderos comerciales a diferencia de los criadores de ganado registrado, y mientras que el 57,1 por ciento de los toros usados para inseminación artificial son del tipo lechero, sólo el 15,9 por ciento son de razas de doble aptitud y el 20,0 por ciento de toros de carne.
ISLAS DEL CANAL
Las islas del Canal, situadas entre los 49° y 50° de latitud norte frente a la costa de Normandía, están formadas por cuatro islas principales : Jersey (117 km2), Guernsey (65 km2), Sark (5 km2)
y Alderney (8 km2). Según el censo de 1962, existían 9.178 animales Jersey en la isla, de los cuales 5.401 eran vacas lecheras distribuidas en unos 700 rebaños. Por no haberse permitido la entrada de sangre exótica más de 150 años, el ganado Jersey de la isla podría considerarse como un gran rebaño en el cual se utilizan 100-150 toros. Con la excepción de 160 cabezas de ganado, todos los animales están inscritos en el Libro genealógico, pero sólo el 30 por ciento aproximadamente está sujeto a control lechero.
REPÚBLICA DE IRLANDA
La República de Irlanda cubre aproximadamente el 83 por ciento de la superficie de Irlanda y es montañosa en sus zonas occidental y meridional. El punto máximo de la isla es Carrantuohill, en las montañas Kerry del sudoeste, con una altitud de 1.041 metros, mientras que en el sudeste la cumbre más alta de las montañas Wicklow alcanza los 927 m. El centro de Irlanda lo constituyen
tierras bajas recorridas por algunas cadenas montuosas con suelos morrénicos o turbosos que descansan sobre un sustrato de caliza marina. Las condiciones de esta región baja son en general buenas, pero en las zonas pantanosas los pastos son pobres.
El clima es netamente marítimo, con veranos frescos e inviernos suaves, y la precipitación está distribuida con bastante uniformidad a lo largo del ario. Debido a sus extensas zonas de pastos y a la verdura de la vegetación durante casi todo el año, Irlanda ha merecido el nombre de «Isla Esmeralda»: El 48 por ciento aproximadamente de la superficie del país está cubierta por prados y pastizales y sólo el 20 por ciento por tierras labrantías.
En relación con su población humana, Irlanda posee un mayor número de cabezas de ganado que ningún otro país europeo. Se exportan a Inglaterra bovinos para el matadero o para el engorde y sacrificio a razón de medio millón por año.
DATOS GEOGRAFICOS
Este grupo de islas tiene una superficie territorial de 313.658 km2 y está situado entre los 500 y 600 de latitud norte. De esta superficie total el 22 por ciento corresponde a la República de Irlanda, el 4,5 por ciento a Irlanda del Norte y el 25,1 por ciento a Escocia, mientras que Inglaterra y Gales (más las Islas del Canal y la Isla de Man) representan el 18,4 por ciento.
Las regiones meridionales y orientales de Inglaterra consisten principalmente en tierras bajas con suelos de buena fertilidad, con la excepción de las tierras altas de Devon y Cornwall que en las zonas de Exmoor y Dartmoor alcanzan altitudes de 520 y 625 m, respectivamente. En el oeste, las colinas calizas de Mendip y Cotswold se extienden en dirección nordeste y, los Pennines forman la
espina dorsal del norte de Inglaterra con montañas de altitud moderada (punto más alto, Cross Fell, a 892 m sobre el nivel del mar) que prosiguen desde Derbyshire hasta la frontera escocesa. Al este de la cadena montañosa de los Pennines y de sus mesetas se extiende, sobre 300 km de sur a norte, la mayor llanura de tierras bajas de Inglaterra.
Gales es principalmente una zona montañosa, con un punto más alto en Snowdon, en el noroeste (a 1.085 m sobre el nivel del mar).
Alrededor de los dos tercios de Escocia son también montañosos. Sólo en la costa este y sudeste se encuentran llanuras de cierta extensión. En las tierras altas del sector meridional el punto máximo es Merrick, con 842 m. En los valles centrales y en la costa, las tierras bajas son fértiles; con suelos capaces de mantenerse en buenas condiciones agrícolas. Las tierras altas, interrumpidas por lagos y valles fluviales, se extienden por el sector norte de Escocia y su punto
más alto es Ben Nevis, en las montañas Grampian, con una altitud de 1.343 metros.
Las tierras bajas ocupan el centro de Irlanda del Norte, circundan el lago Neagh y se hallan presentes a lo largo de la costa sudoriental.
Casi toda esta región es montañosa, con altitudes de hasta 800 m sobre el nivel del mar.
Alrededor del 26,9 por ciento de la superficie total del Reino Unido se dedica a la labranza, mientras que el 50,7 por ciento está ocupado por prados o pastizales. Las condiciones naturales para la agricultura varían apreciablemente de sur a norte y de este a oeste, debido tanto a diferencias en la naturaleza y fertilidad de los suelos como a variaciones de altitud y latitud. La mayor parte de las tierras labrantías es de buena fertilidad, pero hay extensas zonas de tierras de pastos, especialmente las situadas a mayor altitud o en comarcas turbosas. Que son de baja productividad.
Gran Bretaña e lrlanda del Norte gozan de un clima marítimo suave, debido a la corriente cálida del Golfo que eleva la temperatura invernal. En consecuencia, influye poco la latitud en las diferencias de temperatura invernal; por ejemplo. Cambridge tiene una temperatura media en enero de 3,2°C, y Aberdeen, mucho más al norte, una media de 3,3°C en ese mismo mes. En julio las medias son de 16,2°C y de 13.5°C, respectivamente. La precipitación, que es elevada en las regiones occidentales (2.000 mm o más), disminuye a medida que se avanza hacia el este donde puede llegar a sólo 550-750 mm, según la localidad. La pluviosidad invernal es mayor que la estival, excepto en algunos lugares del este.
REINO UNIDO
Es interesante observar que en el Reino Unido se han desarrollado más razas distintas de ganado que en ninguna otra zona comparable del mundo de iguales posibilidades agrícolas. Muchas de las razas de bovinos, de las que hoy existen 23, han tenido una gran importancia para la producción pecuaria de otras partes del mundo, e incluso hoy día se exportan grandes cantidades de ganado registrado para mantener o mejorar la productividad del ganado de otros países. Este mejoramiento cualitativo del ganado para conquistar el mercado de exportación viene ocurriendo desde la época de Robert Bakewell (1725-1795). A la edad de 35 años, Bakewell recibió de su padre la granja Dishley, en Leicestershire, y decidió fomentar la raza bovina Longhorn, la caballar Shire y la lanar Leicester. Hoy día estas razas han perdido su antigua importancia, pero los métodos utilizados por Bakewell han influido enormemente en la crianza de ganado de todo el mundo. Hasta donde sabemos, fue el primero en aplicar en la práctica las pruebas de progenie de padres como medio de estimar su valor reproductor. Fue también un precursor en el empleo del cruzamiento en consanguinidad sistemático combinado con una rigurosa selección y eliminación de animales desechados para fijar los caracteres deseados en las nuevas estirpes de las razas que obtenía.
Una vez conocidos sus éxitos, otros criadores estudiaron sus métodos, aplicándolos para mejorar otras razas que posteriormente resultaron de importancia económica mayor que la de los animales con que el propio Bakewell trabajó. Aunque necesario y muy efectivo en las primeras fases de este mejoramiento, el método Bakewell de consanguinidad repetida representa un gran peligro si se aplica indefinidamente ya que se corre el riesgo de que la estirpe degenere.
El hecho de que en el Reino Unido existan muchas razas diferentes y reconocidas de bovinos no puede explicarse únicamente basándose en las diferencias de suelos y de prácticas agropecuarias
entre las distintas regiones. La diversidad de origen del ganado de partida puede ser otra causa concomitante, pero la razón principal estriba probablemente en el interés despertado por los trabajos de Bakewelly sus seguidores inmediatos, así como en las oportunidades que con ello se abrían para la cría provechosa de animales de granja. En los siglos XVIII y XIX muchos terratenientes opulentos se interesaron y dedicaron al mejoramiento ganadero, adquiriendo
un considerable conocimiento en estas actividades. La demanda europea y de otros países de bovinos británicos mejorados se refería primordialmente al ganado Shorthorn (tanto de carne
como de doble aptitud), como consecuencia directa de la atención que desde un principio prestaron a esta raza los mejoradores, y más tarde al ganado Shorthorn lechero. Surgió después la demanda de ganado Hereford, Aberdeen y Ayrshire, asociada con exigencias concretas respecto de las otras, esto es, las Jersey, Guernsey, Red Poll, etc.
Es también interesante observar que en el siglo XIX las razas puramente inglesas eran en su mayor parte de carne o de doble aptitud, debido quizá a que los ingleses no se preocuparon tanto de registrar los caracteres más importantes sino que preferían juzgar por el aspecto externo, ya fuera en la granja o en las exposiciones.
Este procedimiento dio resultado en lo que se refiere a tamaño y conformación corporal, pero era de poca utilidad para estimar el rendimiento lechero o la composición de la leche. Para estos factores lecheros, la comprobación del rendimiento de cada vaca es esencial.
A lo largo del siglo actual este estado de cosas ha cambiado) especialmente después de la adopción de métodos prácticos de inseminación artificial. El hecho más reciente ha sido el reconocimiento de la necesidad de leche para la población humana y del valor de la raza Frisona como excelente productora de leche y, en consecuencia, el ritmo notable a que esta raza se está extendiendo, desplazando a otros muchos animales de la cabaña nacional. La mayor productividad alcanzada ha tenido también la consecuencia de que el número de animales preciso para satisfacer las necesidades del consumidor es hoy día menor que en épocas pasadas. La tradición y las preferencias particulares han ejercido durante largo tiempo una enorme influencia en las razas bovinas explotadas, pero con el creciente reconocimiento de los factores económicos que entran en juego así como del valor que tiene el empleo de la inseminación artificial, los toros de descendencia probada, y la facilidad de conseguir su semen, ha hecho que muchos ganaderos abandonen sus razas locales en favor de otras más económicas o de aquellas de las cuales es más fácil obtener semen. En consecuencia, muchas de las razas bovinas británicas están disminuyendo tanto de número corno de importancia.
Las razas británicas pueden clasificarse naturalmente como se indica su capacidad de producción, como razas de carne, de doble aptitud y lecheras, pero en las secciones descriptivas que siguen las razas se estudian en orden alfabético.
Es esencial subrayar la importancia de las actividades de inseminación artificial desde que se inauguró este servicio en 1944/45. En ese año se efectuaron 2.599 inseminaciones, cifra que ascendió rápidamente hasta 1..111.024 en 1954/55; desde entonces, si bien los efectivos han seguido en aumento, los porcentajes y valores absolutos de incremento han disminuido notablemente. En 1960/61 se hicieron 1.618.179 inseminaciones, esto es, 42.821 o un 3 por ciento más que en el año anterior.
La demanda de semen de toros de razas lecheras ascendió al 62,5 por ciento del total en 1970/71, a la vez que los toros de doble aptitud proporcionaron el 7,5 por ciento y los de razas de carne el 30,0 por ciento. Es interesante citar los porcentajes respectivos en 1972/73, que fueron del 62, 23 y 15 por ciento.
Como se ve, se atiende mayormente a los rebaños lecheros utilizando toros de aptitud cárnica para inseminar las vacas lecheras de las que sean innecesarias sustituciones en el rebaño. Como resultado de esto, va en disminución la demanda de semen de razas de doble aptitud. Es también interesante observar que en 1970/71, del total de inseminaciones hechas, el 10,5 por ciento correspondía a rebaños registrados y el 89,5 por ciento a los no registrados. Se trata, por consiguiente, de un servicio utilizado por los ganaderos comerciales a diferencia de los criadores de ganado registrado, y mientras que el 57,1 por ciento de los toros usados para inseminación artificial son del tipo lechero, sólo el 15,9 por ciento son de razas de doble aptitud y el 20,0 por ciento de toros de carne.
ISLAS DEL CANAL
Las islas del Canal, situadas entre los 49° y 50° de latitud norte frente a la costa de Normandía, están formadas por cuatro islas principales : Jersey (117 km2), Guernsey (65 km2), Sark (5 km2)
y Alderney (8 km2). Según el censo de 1962, existían 9.178 animales Jersey en la isla, de los cuales 5.401 eran vacas lecheras distribuidas en unos 700 rebaños. Por no haberse permitido la entrada de sangre exótica más de 150 años, el ganado Jersey de la isla podría considerarse como un gran rebaño en el cual se utilizan 100-150 toros. Con la excepción de 160 cabezas de ganado, todos los animales están inscritos en el Libro genealógico, pero sólo el 30 por ciento aproximadamente está sujeto a control lechero.
REPÚBLICA DE IRLANDA
La República de Irlanda cubre aproximadamente el 83 por ciento de la superficie de Irlanda y es montañosa en sus zonas occidental y meridional. El punto máximo de la isla es Carrantuohill, en las montañas Kerry del sudoeste, con una altitud de 1.041 metros, mientras que en el sudeste la cumbre más alta de las montañas Wicklow alcanza los 927 m. El centro de Irlanda lo constituyen
tierras bajas recorridas por algunas cadenas montuosas con suelos morrénicos o turbosos que descansan sobre un sustrato de caliza marina. Las condiciones de esta región baja son en general buenas, pero en las zonas pantanosas los pastos son pobres.
El clima es netamente marítimo, con veranos frescos e inviernos suaves, y la precipitación está distribuida con bastante uniformidad a lo largo del ario. Debido a sus extensas zonas de pastos y a la verdura de la vegetación durante casi todo el año, Irlanda ha merecido el nombre de «Isla Esmeralda»: El 48 por ciento aproximadamente de la superficie del país está cubierta por prados y pastizales y sólo el 20 por ciento por tierras labrantías.
En relación con su población humana, Irlanda posee un mayor número de cabezas de ganado que ningún otro país europeo. Se exportan a Inglaterra bovinos para el matadero o para el engorde y sacrificio a razón de medio millón por año.