BOVINOS EN BELGICA
BELGICA
El norte de Bélgica posee caracteres topográficos análogos a los de los Países Bajos. Es una zona baja, ligeramente ondulada, con suelos arcillosos que en el oeste se funden en un marjal llano con polders del mismo tipo que los de los Países Bajos y en el este se confunde con un marjal arenoso (geest). La parte central del país la constituye una meseta ligeramente elevada, con valles que forman los cauces de los ríos Mosa y Sambre. En el sur, hacia las fronteras con Francia y Alemania, la altitud se eleva hacia las Ardenas, donde el punto más alto alcanza 692 ni sobre el nivel del mar. En las regiones noroeste y central existen extensas tierras agrícolas de buena calidad, pero en las zonas más elevadas de las tierras altas de las Ardenas predominan los eriales y las turberas; a altitudes menores los bosques cubren las laderas montañosas.
En general el clima es del tipo marítimo de la Europa occidental con inviernos suaves, especialmente en el oeste, veranos moderadamente cálidos y precipitación de unos 700 mm bastante bien distribuida a lo largo del ario. Bélgica cuenta con una población bastante densa pero es prácticamente autosuficiente en cuanto a productos agrícolas y pecuarios.
Las tierras de pastos, que en la crisis económica de 1880 representaban el 17,7 por ciento de la zona agrícola, se han ampliado hasta cubrir hoy el 47 por ciento. En forma paralela, la población bovina ha aumentado desde 1,38 millones de cabezas en 1880, hasta unos 3,5 millones, y hoy los productos de la cabaña bovina representan un 45 por ciento del valor de la producción agrícola total del país, o sea casi el doble del valor de los cultivos. Este incremento pecuario se divide aproximadamente en la proporción 10:7 entre la leche y la carne. Desempeña una parte de relieve en la economía del gran número de pequeños agricultores existente, ya que el tamaño medio de las explotaciones es de 6 a 8 hectáreas y sólo un 6 por ciento de la fincas rebasan las 20 hectáreas.
El ganado indígena, probablemente de tipo análogo al de los Paises Bajos, se consideró inadecuado para fines de mejoramiento genético y en la primera mitad del siglo XIX se importó ganado extranjero con este fin. Se procedió después a intensos cruzamientos entre los animales indígenas y los importados de la Gran Bretaña, los Países Bajos, Suiza y Francia. A finales del siglo algunos criadores llegaron a la convicción de que estas mezclas anárquicas nunca resolverían sus problemas y se propusieron seleccionar los animales existentes en el país. Formaron asociaciones de crianza en 1880 y para 1890 elegían sus animales reproductores según la conformación corporal. Si bien la primera guerra mundial frenó estos propósitos de mejoramiento, ofreció al Departamento de Agricultura la oportunidad de reorganizar los objetivos y establecer servicios de zootecnia en las provincias en 1919. El número de éstos llegó a ser de 21 y el Estado presta ayuda a las asociaciones de crianza. En consecuencia, todas las anteriores organizaciones diversas tienen hoy una orientación común y todos los sindicatos comarcales de criadores están sujetos a la vigilancia de federaciones provinciales que sistematizan toda la documentación, extienden certificados, etc., y que responden ante la Federación Nacional. Hoy que el control de rendimiento lechero está firmemente establecido, se ha ampliado la base de un mejoramiento efectivo sobre el cual se ha edificado una floreciente industria. El principio fundamental hoy adoptado es el de obtener un animal lechero que dé un rendimiento razonablemente económico y sea también capaz de producir canales de la mejor calidad posible. El Cuadro 127 da los porcentajes de distribución de los 3,5 millones de bovinos existentes en Bélgica según la raza.
Razas bovina Porcentaje
Belga Azul Blanca 48
Roja y blanca de Campine 11
Roja y blanca de Flandes oriental 12
Blanca y negra de Herve 6,5
Roja de Flandes occidental 14,5
Frisona 5
Meuse-Rhine-Ijssel 3
El norte de Bélgica posee caracteres topográficos análogos a los de los Países Bajos. Es una zona baja, ligeramente ondulada, con suelos arcillosos que en el oeste se funden en un marjal llano con polders del mismo tipo que los de los Países Bajos y en el este se confunde con un marjal arenoso (geest). La parte central del país la constituye una meseta ligeramente elevada, con valles que forman los cauces de los ríos Mosa y Sambre. En el sur, hacia las fronteras con Francia y Alemania, la altitud se eleva hacia las Ardenas, donde el punto más alto alcanza 692 ni sobre el nivel del mar. En las regiones noroeste y central existen extensas tierras agrícolas de buena calidad, pero en las zonas más elevadas de las tierras altas de las Ardenas predominan los eriales y las turberas; a altitudes menores los bosques cubren las laderas montañosas.
En general el clima es del tipo marítimo de la Europa occidental con inviernos suaves, especialmente en el oeste, veranos moderadamente cálidos y precipitación de unos 700 mm bastante bien distribuida a lo largo del ario. Bélgica cuenta con una población bastante densa pero es prácticamente autosuficiente en cuanto a productos agrícolas y pecuarios.
Las tierras de pastos, que en la crisis económica de 1880 representaban el 17,7 por ciento de la zona agrícola, se han ampliado hasta cubrir hoy el 47 por ciento. En forma paralela, la población bovina ha aumentado desde 1,38 millones de cabezas en 1880, hasta unos 3,5 millones, y hoy los productos de la cabaña bovina representan un 45 por ciento del valor de la producción agrícola total del país, o sea casi el doble del valor de los cultivos. Este incremento pecuario se divide aproximadamente en la proporción 10:7 entre la leche y la carne. Desempeña una parte de relieve en la economía del gran número de pequeños agricultores existente, ya que el tamaño medio de las explotaciones es de 6 a 8 hectáreas y sólo un 6 por ciento de la fincas rebasan las 20 hectáreas.
El ganado indígena, probablemente de tipo análogo al de los Paises Bajos, se consideró inadecuado para fines de mejoramiento genético y en la primera mitad del siglo XIX se importó ganado extranjero con este fin. Se procedió después a intensos cruzamientos entre los animales indígenas y los importados de la Gran Bretaña, los Países Bajos, Suiza y Francia. A finales del siglo algunos criadores llegaron a la convicción de que estas mezclas anárquicas nunca resolverían sus problemas y se propusieron seleccionar los animales existentes en el país. Formaron asociaciones de crianza en 1880 y para 1890 elegían sus animales reproductores según la conformación corporal. Si bien la primera guerra mundial frenó estos propósitos de mejoramiento, ofreció al Departamento de Agricultura la oportunidad de reorganizar los objetivos y establecer servicios de zootecnia en las provincias en 1919. El número de éstos llegó a ser de 21 y el Estado presta ayuda a las asociaciones de crianza. En consecuencia, todas las anteriores organizaciones diversas tienen hoy una orientación común y todos los sindicatos comarcales de criadores están sujetos a la vigilancia de federaciones provinciales que sistematizan toda la documentación, extienden certificados, etc., y que responden ante la Federación Nacional. Hoy que el control de rendimiento lechero está firmemente establecido, se ha ampliado la base de un mejoramiento efectivo sobre el cual se ha edificado una floreciente industria. El principio fundamental hoy adoptado es el de obtener un animal lechero que dé un rendimiento razonablemente económico y sea también capaz de producir canales de la mejor calidad posible. El Cuadro 127 da los porcentajes de distribución de los 3,5 millones de bovinos existentes en Bélgica según la raza.
Razas bovina Porcentaje
Belga Azul Blanca 48
Roja y blanca de Campine 11
Roja y blanca de Flandes oriental 12
Blanca y negra de Herve 6,5
Roja de Flandes occidental 14,5
Frisona 5
Meuse-Rhine-Ijssel 3